Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

25 marzo 2008

Las ganas de volver

La llegada a Palencia en un autobús siempre tiene algo de especial. Para bien o para mal, las tres horas y pico interminables de viaje concluyen con un inevitable cosquilleo estomacal por aquello de querer saber cómo seguirán las cosas, por aquello que, pensamos, nos es desconocido. Es el contacto de nuevo con aquello que dejamos un tiempo atrás de una determinada manera: personas que cambian, familiares que nos sorprenden, caras nuevas y otras que contemplamos desmejoradas.
A través de la ventanilla, lo primero en recibirnos es el "nuevo Palencia": su nuevo estadio, las nuevas edificaciones, el acondicionamiento de las zonas periféricas para una vida en ciudad más agradable... El color brillante del ladrillo nuevo se funde con las grúas y los camiones que remolcan toneladas de tierra, proporcionando una sensación de que Palencia, pese a todo, progresa y crece, aunque sea muy lentamente. Luego, al entrar en el corazón de la ciudad, nos parece que nada ha cambiado. Enseguida afloran y se acumulan los recuerdos de tantas veces que paseamos por aquellas calles, cuando nuestras circunstancias eran diferentes, simplemente, porque entonces hacíamos vida en ella: el Cuartel, el Instituto, la avenida, la Joy (para algunos, la Éxtasis; hoy, la Show Fame) y la estación de tren. El bus aún mira con recelo la entrada en el andén de los nuevas locomotoras con pico de pato antes de dar un par de giros por el callejero de la ciudad antes de aparcar definitivamente en la casi siempre desierta estación de autobuses.
Uno resopla cuando pisa el asfalto palentino, mira al frente, respira una buena bocanada de aire puro y afronta con alegría y esperanza los días, semanas, horas o minutos que tenga por delante hasta poder pronunciar de nuevo un "hasta muy pronto", impulsado más por las ganas de volver lo antes posible que lo que nos permite nuestra realidad. El mejor síntoma de querer volver y de cariño hacia lo nuestro, es cuando sentimos que, al salir de la ciudad, nos recorre el mismo gusanillo que nos dio la bienvenida al llegar a nuestra tierra.

19 marzo 2008

Torres en pelotas

Menos mal que parece que no son muchos los que vienen de fuera a ver a sus equipos, los que juegan contra el Palencia. El estadio es ya todo un referente en la ciudad, una joya cuando se encienden las torres cada vez que hay partido. Sólo que, como tal, quizás debería ponerse un poco más de cuidado en su mantenimiento.
Recuerdo cuando, con acierto, Fe de las Jons - Palencia, denunciaba que algunas láminas de una de las torretas de luz habían volado con el viento. Pusieron, entonces, el grito en el cielo. Pues creo que no se han pasado por La Balastera, pero justo la torre de la derecha, se ha quedado, literalmente, en pelotas. Está la parte superior que parece cualquier cosa. Y las otras tres torres, dicho sea de paso, tampoco están hechas una maravilla.
Uno lo ve y piensa que hasta ese hecho tiene relación con la marcha deportiva del Palencia, al que están dejando en cuadro... en pelotas, vamos, donde Del Barrio parece que no empieza a ser el único culpable de la mala situación del equipo, pero ése es otro cantar.
Volviendo a la cochambrosa imagen de dejadez que da tener una joyita mal cuidada, todo apunta a que cada vez que sople el monzón vamos a tener la misma cantinela... Y mucho parece que es la típica reparación de "bueno, ya se irá haciendo". Pues paciencia. Total, si pensamos en que el viejo estadio, de noche, parece la tapia que separa la huerta de la carretera a lo mejor hasta nos sirve de consuelo... (Ay, con las buenas tardes de domingo que pasé yo detrás de esa tapia...).

Añadido: 20-03-2008: Hoy, al volver a pasar cerca del campo, no he resistido tomar otra foto de la torre de al lado. Se nota que el temporal del viento va en contra de todo lo que sea "mantener el estadio en pie". ¿Dónde van las láminas que no están? En el suelo, destrozadas. Lamentable. Las torres, el DNI de La Nueva Balastera. Que alguien tome buena nota porque hacemos risión como vayamos presumiendo de estadio con esta facha.

12 marzo 2008

De la mano de Dios

La situación que vive nuestro equipo de fútbol poco tiene que ver con aquella mano milagrosa de Maradona ante Inglaterra. El equipo ha tenido que estar metido en el fango hasta el cuello para comenzar a moverse. Se recomienda la prevención a la curación. Por fin Del Barrio ha sido destituido. Por fin se hace algo. Ahora queda ver si con este remedio la herida deja de supurar.
El problema es que, pese a los esfuerzos y los síntomas de recuperación, el Palencia no pueda salir de ese barrizal en el que él solito se ha metido. Entonces quizás haya que pensar en que alguien más tendrá que tomar las de Villadiego. Hemos pasado del cielo al infierno en un suspiro. Y eso escuece bastante.
El Palencia está tan mal que ahora mismo nadie se acaba de fiar de que ésta sea la solución definitiva. Puede que si pero el "puede que no" pulula cual vil mosca cojonera rondándonos por la cabeza. El finiquito (esperemos) no nos deje muy tocados.
Pero, aparte de los males deportivos (que siguen, esperemos, teniendo solución), los económicos (un finiquito es un finiquito, más con tres años de contrato de por medio), están otros males, otros síntomas que no han pasado desapercibidos por la afición, como puede ser la falta de compromiso de determinados jugadores a los que les da igual bajar que no (pensando en que, si bajan, otros Segundas B llaman a sus puertas), como puede ser el agotamiento de la credibilidad de la Directiva, como el malestar de la afición (es terrible volver a "los 800 de siempre" de la Tercera)...
Mi deseo, y supongo que el de todos, el ya expresados: que el Palencia se recupere, aunque parezca que hasta ahora hemos estado un poco dejados de la mano de Dios.


Artículo publicado en www.cfpalenciaco.com.

09 marzo 2008

Lo previsto: 2-1

No hay sorpresas. Palencia, a nivel estatal, sigue siendo Popular. En la capital ha vuelto a sacar más votos el Partido Socialista, pero atención al recorte, importantísimo, al que el PP, seguramente pueda agarrarse de cara a las próximas locales, aunque queda tiempo para ello.
La participación en la provincia ha sido ligeramente superior (80.67 % contra un 79.44 %), al mismo tiempo que han bajado los votos nulos y en blanco, apenas significativos. Destaca la irrupción con cierta fuerza de UPyD, convirtiéndose en la 4ª fuerza más votada, después de IU, que apenas ha perdido votos. Del resto de partidos, ninguno ha llegado al 0.5 % de papeletas.
A partir de ahora, cada cual que saque sus conclusiones. Seguiremos teniendo, al menos hasta las próximas locales, un gobierno y nuestra alcaldía con el mismo signo político. La provincia y la región es cosa aparte. Enhorabuena a los premiados y como se dice últimamente por ahí: "Buena Suerte".

08 marzo 2008

El rechazo común

Por fin parece que todos a una estamos de acuerdo en algo. El rechazo al terror y a la violencia es lo que nos ha hecho volver a sacar adelante un sentimiento común. Ojalá dure, pero mucho me temo que aún nos queda mucho que seguir aprendiendo.
Nos unimos ante la adversidad. Luego se nos pasa y seguimos tirándonos de los pelos y remando a contracorriente los unos de los otros. Pero a día de hoy, e intentemos reflexionar sobre ello a ver si se nos queda latente en la piel durante mucho tiempo, mejor si es de por vida, respiramos el mismo aire contaminado de rabia e indignación al mismo tiempo que sentimos que juntos seguiremos adelante mucho tiempo, en contra de quienes quieren imponer su ley como a ellos nos les gustaría jamás que se la impusieran.
Y que no me llamen demagogo cuando diga que la democracia es esto: el poder del pueblo. Juntos nos damos cuenta de que somos más fuertes. Mantengamos ese espíritu. Hagámoslo así siempre por nosotros mismos y por los que ya no están, es el mejor tributo hacia su memoria: hacia la de Isaías Carrasco y hacia todas y cada una de las víctimas que ha muerto por culpa de la violencia y del terrorismo. Juntos en el camino del bien.

06 marzo 2008

Los problemas del voto por correo

Quizás porque este año los problemas han sido para el que escribe, pero al comentarlo con gente en idéntica situación y con los propios funcionarios de correos, lo del voto por correo a veces se convierte en sangre, sudor y lágrimas.
Hoy es el último día para votar. Según en el Ministerio del Interior, «ante la avalancha de peticiones decidimos ampliarlo un día», me dijeron en información del MIR. Pues menos mal, porque ayer a última hora de la tarde, no había recibido noticia alguna de por dónde andaban mis votos... ¿Perdidos por alguna sucursal, tal vez? ¿Volatilizados?
No me queda otra que acudir a la oficina donde, hace más de dos semanas, entregué la solicitud. Me aseguran que, como ellos no reciben correo (tan sólo es una oficina de entrega), seguramente estén en ésta... o tal vez en aquella otra de más allá. Es el momento en el que la funcionaria de correos, ya puestos, me comenta lo mala que está la cosa: «Yo lo pedí justo el primer día que se abrió el plazo y no me ha llegado hasta hace nada. Además conozco gente que le ha tardado mucho, etc, etc». Comparto sus testimonios con los de otros compañeros que conozco, a los que, justo un día antes, tampoco tenían constancia alguna de dónde estaban sus votos.
La mañana ha sido complicadilla: compaginar el trabajo con llamadas personales a una oficina (donde supuestamente han llegado mis papeletas), llamada sin respuesta al Censo de Palencia, esperar la llamada del otro sitio... Hasta que, por fin, una de las sucursales, me confirma que mis votos están en su poder. Me dicen oficina que ya se han pasado dos veces por mi casa («¿Y por qué no me han dejado aviso?», pregunto. «Pues, mire, eso ya no lo sé», me responden (!!!). Una vez localizados los votos, me dicen que la oficina sólo abre de mañanas. Hala, lloros para que me lo reenvíen a otra sucursal que abre de tarde... (Terrible que trasladen una documentación personal a otra parte sin más identificación que la que se da por teléfono, pero a mí me han hecho un favor). Pues creo que tan sólo me queda ir cuando salga del curro a buscar mis votos... a donde he pedido que me los manden. A ver si están...
Así nos pinta en el siglo XXI, en un estado democrático. Con la sensación de que parece que a alguien, sin saber muy bien quién, cómo y por qué, no le interesa demasiado que podamos ejercer nuestro derecho, ése del "sufragio universal, libre, igual, directo y secreto" que reza la Constitución.