Palencia Entre Líneas

Cuatro apuntes sobre un sentimiento y una forma de vida: la nuestra. Palencia existe, se ve, se toca y se disfruta. Es un modo de vida.

12 noviembre 2013

La plaza de la bandera

IMAGEN: Norte de Castilla
Ignoro si cuando España ganó sus Eurocopas y su Mundial, los palentinos escogimos la fuente de la Plaza de España porque la plaza se llama así o porque la fuente era la que mejor nos venía. Las noches de aquellos tres días se quedó pequeña. La semana pasada, sobró hueco.
Somos así, pero si no es por el deporte, somos un país separado, entre otras cosas, por una bandera. Se puede ser de izquierdas y estar orgulloso de ser español, pero está mal visto. Se puede no ser de izquierdas y republicano, pero más de lo mismo. Luego, en las manifestaciones de izquierdas se ven banderas con la franja morada y, en las que convoca la derecha, el aguilucho. ¿Cómo va a ser tomado, sin más, el acto en el que el alcalde de Palencia decide que, con todos los honores, se va a izar un banderón español en la plaza palentina que lleva el nombre de este extraño país?
El acto en sí, no hace daño... O no debería hacerlo. Al fin y al cabo, somos españoles porque vivimos en un territorio llamado España, con sus nacionalismos y sus 'orgullosismos' particulares sin representación política alguna. Dolería más que en la Plaza de España se colocara una bandera de Qatar, aunque hubiera quien, por una pasta, seguro que no lo haría muchos ascos.
Cuando España vuelva a ganar algo en fútbol, seguro que las fotos salen bien y, ea, pelillos a la mar. El banderón nos va a parecer poco. Palencia, rotonda, España... todo cuadra en la misma fuente. Quizás el momento no ha sido el más adecuado. Esta España de la corrupción, esta "marca España" que nos pone más colorados aún que el rojo de la bandera, esta España con más desempleados y niños hambrientos que nunca en toda la democracia no está como para que la hagamos muchos honores. Los caídos por España son ahora las víctimas de la clase política que nos controla desde los gobiernos y desde la oposición. A los que votamos y que, ahora, se están desenmascarando. 
El banderón de la Plaza de España debe recordarnos, cada vez que pasemos por allí, que el país lo conformamos los ciudadanos, y que somos lo que un trabajador es para su empresa: el motor. Y que las revoluciones de verdad no se hacen eligiendo al Patrón cada cuatro años...
... PD: Ni desde el Twitter ni desde blogs cómo éste. Lo dice un adicto a los movimientos de indignación en las redes sociales, la revolución ineficaz tan de moda en los años que corren. Lo dice uno que piensa que en la España que representa esa bandera, no va a cambiar nada en los próximos años.

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